El panorama científico-tecnológico es inmenso e inabarcable, por lo que conviene detectar las áreas de mayor incidencia en un momento determinado. Éste sería uno de los cometidos de la alfabetización científica. Normalmente, el desarrollo de determinadas investigaciones responden a las inversiones económicas que las respaldan. Y, a su vez, la investigación se polariza en un ámbito concreto cuando en él se observan resultados que despiertan interés, bien por el futuro que ofrecen o por sus potenciales aplicaciones con fines sociales. Las investigaciones sobre el virus del SIDA acapararon cuantiosas inversiones hasta que el Proyecto Genoma Humano tomó el relevo en los años 90. Después fueron las células madre por sus potenciales aplicaciones terapéuticas. Pasados los primeros “momentos estelares”, las investigaciones pasan por un período de ocultamiento, aquél en el que la investigación básica va caminando acumulando resultados, hasta que se puede ver un panorama sintético en lo que respecta a lo que esa línea ha aportado al mundo del conocimiento. La persona avezada en la comunicación científica es capaz de percibir las líneas maestras de la ciencia y sus derivaciones, ya que eso se traduce en comunicaciones que llegan al alcance del público a través de congresos, la prensa, comunicaciones orales, etc.
Una de las dimensiones de la alfabetización científica es la del dominio de la información científica lo cual supone:
- saber acceder a esa información
- discriminar la información, es decir, distinguir las fuentes fiables de las que no lo son
- usar esa información para adquirir conocimientos sobre ciencia.
El inmenso caudal informativo que contiene la red facilita esta tarea informativa, cuyos cimientos han de ponerse en la enseñanza formal, pero que ha de constituirse en una habilidad a cultivar a lo largo de la vida, en línea de formación permanente. El uso diario de los portales informativos, tipo BBC o CNN, y la edición de los diarios en su forma digital, facilita esta tarea de familiarización con el curso de la ciencia. También es muy útil la consulta a secciones como: a fondo, in depht, “especiales”, monográficos de ciencia o de salud, etc., donde se tratan de poner al alcance de la ciudadanía los temas más puntera en un momento determinado. La consulta a este tipo de secciones, en las que aparecen muchas veces los textos acompañados de videos explicativos o gráficos, permiten destacar las líneas de mayor incidencia del panorama científico-tecnológico de un determinado período.
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