XML
Introducción a XML
Una estructura jerárquica es una forma muy común de organizar la información.
Pensemos, por ejemplo, en un libro. El libro puede contener una portada, una tabla de contenidos, un prólogo, un conjunto de capítulos, un apartado de referencias bibliográficas, un glosario, etc. A su vez, un capítulo puede contener apartados, los cuales contienen párrafos, etc.
En el ejemplo anterior se aprecia claramente esta estructura jerárquica: cada elemento de información está contenido en otro elemento (excepto el elemento de mayor nivel: el libro), y a su vez puede contener o estar compuesto por otros elementos de información.
El estándar XML aporta una sintaxis para representar, de forma textual, información estructurada de forma jerárquica. Aunque se nos podrían ocurrir muchas formas alternativas para representar textualmente este tipo de información, la principal ventaja de XML radica en su condición de estándar.
Esto pone a disposición del autor una gran variedad de soluciones y herramientas para tareas comunes como comprobar que la sintaxis del documento sea correcta, presentar visualmente la información, definir la gramática asociada a su aplicación concreta, transformar la información a otros formatos, etc.
Otro aspecto relevante de XML es que su objetivo es que los documentos contengan información, esto es, contenido, pero no información acerca de cómo se debe presentar (por ejemplo, gráficamente) dicho contenido. Fíjese especialmente en cómo contrasta esta idea con la de otros formatos, como HTML, en que el contenido y su presentación aparecen entremezclados.
Dado que los documentos XML se representan mediante texto plano, se puede usar cualquier editor de texto (como Notepad, Emacs, Vi, etc.) para crearlos, leerlos o modificarlos. Pese a que existen entornos de edición de XML más avanzados, es recomendable que, por motivos didácticos, usted utilice un editor de texto convencional para realizar los ejemplos y ejercicios propuestos en este curso.
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