17 enero 2010


ANIVERSARIO | Murieron unas 4.000 personas

Bhopal, 25 años de una maldición

Una activista india se manifiesta durante una marcha en la localidad de Bhopal. | AFP
Una activista india se manifiesta durante una marcha en la localidad de Bhopal. | AFP
  • Las consecuencias del escape de gas de una fábrica de EEUU perduran aún hoy
Fue el caso más grave de contaminación química en tiempo de paz. Una tragedia que costó miles de vidas en la ciudad india de Bhopal. Ocurrió hace hoy 25 años, pero sus consecuencias todavía perduran.
La madrugada del 3 de diciembre de 1984, una nube pegajosa de aire envenenado surgió de la fábrica que la empresa norteamericana Union Carbide había construido en el centro de la ciudad india de Bhopal. Sin ninguna alarma que avisase del peligro, ningún plan de evacuación previsto ni la información sobre la composición del gas -que la empresa norteamericana se negó a facilitar-, la tragedia se convirtió en catástrofe.
En cuestión de horas perdieron la vida unas 4.000 personas y muchos miles más aspiraron el veneno que les mataría en los siguientes meses.
Para mucha gente, el drama que se desencadenó aquella noche aún no ha terminado. Toda una generación sufre las secuelas que dejó la nube con 42 toneladas de isocianato de metilo surgida del «tanque infernal» que carecía de las seis medidas de seguridad y contención obligatorias.
En el hospital donde tratan a los afectados por el escape, muchos diagnósticos sólo dicen: «Afectado por el gas». Unas palabras que pueden referirse a deformidades congénitas, cáncer de varios tipos, afecciones respiratorias y cutáneas, ceguera: la lista es interminable.

Una fábrica llena de fantasmas

Cerca del edificio se levanta aún la mole herrumbrosa de la planta química, llena de fantasmas, que el gobierno regional propuso convertir en un museo turístico. Las protestas de los afectados, muchos de los cuales siguen viviendo en el mismo lugar donde murieron sus familiares, han paralizado el proyecto. «Porque si no la gente pensaría que aquello ya pasó, pero sigue ocurriendo. Para nosotros aquella noche aún no ha acabado», asegura Taruna Menon, una de las miles de personas que aún tienen pesadillas con la «nube ardiente».
Y una de las afortunadas que recibió la compensación de 700 eurosque la empresa responsable acordó con el Gobierno indio para zanjar el asunto fuera de los tribunales. En total, la empresa norteamericana desembolsó unos 330 millones de euros, una cantidad que las asociaciones de afectados consideraron insuficiente y que en algunos casos ni siquiera llegó a quien debía por la corrupción o la burocracia.

Warren Anderson, un fugitivo


El jefe del consejo de administración de Union Carbide, Warren Anderson, viajó a la India poco después del escape de gas y a su llegada al país permaneció detenido durante tres horas por la policía. Poco después, pagó una fianza de 2.000 dólares y abandonó el país. Sonriendo a las cámaras de televisión, declaró poco antes de embarcar en el avión que le llevó a Estados Unidos: "Quiero saludar a mi mujer y decir: '¡Hola, mamá!', igual que se hace en los partidos". Anderson es considerado fugitivo por la Justicia india, y vive un retiro dorado en una lujosa mansión de Long Island.

Macabro aniversario

En Bhopal, quemar muñecos con su efigie se ha convertido ya en una rutina que se repite en cada aniversario de la tragedia.
En pleno centro de Bhopal, a 12.000 kilómetros del jardín de Warren, continúan enterradas miles de toneladas de desechos tóxicos que nadie, ni la empresa Union Carbide ni el Gobierno indio, han querido retirar. El agua que sale de los pozos cercanos a la fábrica es el único recurso para muchas personas que beben, cocinan, se lavan y riegan sus huertos literalmente con veneno, perpetuando así una maldición que comenzó con «una nube ardiente» y que dura ya un cuarto de siglo.

Etiquetas: